Definir el estreñimiento infantil es difícil porque la frecuencia habitual de deposiciones puede variar en función de muchos factores. A medida que pasa el tiempo, el número de defecaciones disminuye pero estas aumentan en tamaño. En términos generales, se puede establecer esta frecuencia aproximada.
Para combatir el estreñimiento se deberán valorar las posibles causas que lo producen. Por ejemplo, si la dieta o el déficit de líquidos son los motivos del estreñimiento, se deberá modificar la alimentación, incorporar alimentos ricos en fibra y favorecer la ingesta de líquidos, especialmente de agua. Si estos no son las causas, se deberán descartar posibles enfermedades y dictar nuevas pautas de conductas higiénicas.
Los baños relajantes con agua tibia o, incluso, los laxantes como los osmóticos, que incorporan agua para ablandar las heces, o los supositorios de glicerina pueden ayudar a combatirlo. Eso sí, siempre bajo el visto bueno de su pediatra.
Es importante establecer una rutina de hábitos y dedicar un momento al día a sentarse en el inodoro y, con tranquilidad, intentar defecar. Además, se pueden establecer premios o recompensas para premiar las deposiciones regulares.
La prevención es la mejor medida contra el estreñimiento y se pueden usar las mismas técnicas que para tratarlo. Por ello, es importante que el niño mantenga una dieta rica en alimentos con fibra y que beba abundante agua. Además, también se debe intentar establecer una rutina diaria, en un ambiente tranquilo, para que el niño pueda defecar.
Aunque el estreñimiento no es un problema grave de salud, puede llegar a suponer un fuerte impedimento para lograr el bienestar, también en los más pequeños. Visita Farmacia Miquel y recibe los consejos de grandes profesionales, cercanos y siempre a tu disposición.
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