Hipertensión significa tensión arterial alta o lo que es lo mismo, un exceso de fuerza realizado por la sangre contra las paredes de las arterias al ser bombardeada por el corazón. Cuanta más alta es la tensión, más esfuerzo debe hacer el órgano principal de nuestro cuerpo. Ello conlleva un factor de riesgo cardiovascular y es una causa frecuente de insuficiencia cardíaca, enfermedades renales, cerebrales y oculares.
La hipertensión es conocida como una epidemia silenciosa, dado que no se muestran síntomas durante sus primeras fases y una de cada tres personas que la padece no ha sido diagnosticada. Por ello, la prevención es básica.
El 30% de los pacientes diagnosticados con hipertensión deben su origen al sobrepeso o la obesidad. El exceso de grasa corporal contribuye a aumentar la tensión arterial y si se localiza en la zona abdominal aumenta aun más el riesgo.
Estudios han demostrado que una dieta rica en potasio disminuye la presión arterial. Las legumbres y los frutos secos son alimentos con niveles elevados de este mineral esencial para nuestro organismo.
La ingesta de frutas y verduras también contribuye a regular la hipertensión. El plátano, el melón, los dátiles y las verduras de hoja verde son ideales para controlar la presión de la sangre.
El azúcar y los edulcorantes artificiales están asociados al aumento de peso. Evitar su consumo también nos ayudará a prevenir la hipertensión.
La sal es un mineral rico en sodio y una dieta prolongada con elevadas cantidades de este nutriente se asocia a la hipertensión.
Abusar del alcohol puede aumentar la presión arterial a niveles poco saludables.
Las bebidas edulcoradas refrescantes contribuyen también un riesgo para la tensión arterial.
Hacer actividad física de manera regular siempre suma. Las actividades más apropiadas para prevenir la hipertensión son el aerobic, caminar, bailar, nadar, montar en bicicleta…
El tabaco es uno de los mayores enemigos de nuestra salud.
En términos generales, se recomienda beber unos dos litros de agua diariamente.
Los nervios y el estrés no nos conducen a nada. Es fácil decirlo pero puede resultar difícil de conseguir. En la medida de lo posible, intenta mantener la calma, llevar una vida tranquila y disfrutar cada momento.
A veces es más importante la calidad del sueño que la cantidad. Pero dormir menos de seis horas es, sin duda, un factor de riesgo.
Existen ciertas enfermedades crónicas como la diabetes o la apnea del sueño que pueden desencadenar un aumento de la presión arterial, además de los antecedentes familiares y de la edad. En Farmacia Miquel podemos cuidar de ti, controlar periódicamente tu presión sanguínea y ofrecerte los mejores consejos. Confía en nosotros. ¡Estamos cerca de ti!
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