Leches para lactantes y bebés. La OMS (Organización Mundial de la Salud) y la AEP (Asociación Española de Pediatría) recomiendan la lactancia materna durante los primeros meses de vida. Pero, cuando ésta no es posible o para complementarla, existen leches para lactantes y bebés formuladas que se asemejan en su composición a la materna y que aportan una gran cantidad de proteínas y nutrientes indispensables para el desarrollo de los más pequeños.
Elegir la leche según la edad
La edad es la clave para determinar qué tipo de leche es apropiada para el bebé. Existen dos grandes tipos: leche de inicio y leche de continuación, principalmente diferenciadas por el grado de concentración de proteínas.
Leche de inicio. Leche 1
Apropiada para bebés de 0 a 6 meses, aunque son muchos los pediatras que aconsejan su ingesta hasta los 12 meses. Este tipo de leche contiene las propiedades nutritivas más parecidas a la leche materna.
Leche de continuación. Leche 2
Se aconseja para niños a partir de los 6 meses y hasta los 3 años de edad, que disfrutan de una alimentación complementaria. Algunos laboratorios diferencian también la leche de crecimiento, específica para la etapa posterior, entre los 2 y los 3 años.
Estas leches contienen un grado de concentración de proteínas superior a las leches de inicio, porque los bebés ya han adquirido una función renal más madura y pueden asimilarlas mejor.
Elegir la leche según fórmulas específicas
Los laboratorios también han desarrollado leches de fórmula más específicas para los bebés con necesidades digestivas especiales.
Fórmula de vaca. La más común
Fórmulas de soja. Más fáciles de digerir e indicadas para familias veganas o vegetarianas
Fórmulas para prematuros. Con un aporte extra de proteínas, nutrientes, grasas…
Leche de fórmula sin lactosa. Para bebés intolerantes a la lactosa
Leche hidrolizada. Para niños con determinadas alergias
Fórmulas anti reflujo. Combaten el reflujo gastroesofágico
Elegir la leche según su presentación
Existen tres formas de presentación: la leche en polvo, la leche lista para consumir y la leche líquida concentrada.
Leche en polvo. Es la más habitual. Su composición debe mezclarse con agua siguiendo las indicaciones de cada laboratorio.
Leche lista para consumir. No necesita mezclas. Es más práctica pero su caducidad es más breve.
Leche líquida concentrada. El líquido preparado debe mezclarse a partes iguales con agua.
Existen tantas variedades en el mercado que elegir la mejor leche para nuestro hijo no resulta una tarea sencilla. Sigue las indicaciones de tu pediatra y, ante cualquier duda, estamos a tu disposición. Siempre accesibles y cerca de ti. Visita Farmacia Miquel y confía en expertos farmacéuticos.